sábado, 22 de noviembre de 2008

Identidades religiosas en la Edad Media



(Imagen, puerta de una mezquita en Túnez, sacada de flickr y de otro blog, arssecreta; obsérvese el detalle de los escudos de David, o sellos de Salomón, en ambas hojas.)


De la exposición de D. Alessandro Vanoli durante el taller me gustaría destacar esta vez algo de las primeras reflexiones sobre los problemas a la hora de trabajar con identidades políticas y religiosas, como hacemos cuando hablamos de judíos, musulmanes y cristianos en la Edad Media en la Península Ibérica. Son problemas de comunicación ligados en parte a nuestra época y a nuestras categorías epistemológicas e ideológicas. Por ejemplo, es evidente que supone una proyección política sobre el pasado usar términos como diálogo interreligioso o intercultural, pero no podemos obviar por ello los incesantes contactos medievales en estos ámbitos, aunque se inscribieran en un paradigma de oposiciones identitarias y no de convergencias humanistas, en general (cabe añadir la necesidad de pensar un ámbito de excepción en este sentido, el de la corte: aunque sea otra proyección política).

Las identidades definidas según las confesiones pueden ser reduccionistas; el hombre medieval no es menos pluridentitario que el de otras épocas, incluso mucho más recientes. Se generan también filiaciones identitarias muy ideologizadas, que no correponden a veces con lo que el estudio histórico nos demuestra: la tensión entre cristianos del Rey portugués y los mozárabes en Lisboa, por ejemplo, tal y como creo entender la intervención de Pedro Picoito, demuestra que la asimilación de los mozárabes en la identidad (¿religiosa?) portuguesa no fue siempre espontánea.

2 comentarios:

  1. Así es, Juan. Tus posts, y este más que todos, merecen una continuación que intentaré darles.
    Saludos

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  2. Gracias, Pedro. Los andalusíes se conciben a sí mismos como musulmanes, o por lo menos eso intuyo a partir del siglo XII. No sé si podríamos pensar en formas de nacionalismos incipientes, en ningún caso desgajados de los sentimientos de pertenencia a un credo.

    Saludos de nuevo.

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